Esto es Smyrna, la planta donde se fabrica el Nissan LEAF
- Eri Nares
- 25 ago 2018
- 3 Min. de lectura

La minivan (Nissan Quest, obviamente), avanza a 60 millas por hora por el freeway 24 East, sorteando el tráfico que podría encontrarse en esta parte de Tennessee un jueves por la mañana. El sol apenas está despuntando en el horizonte y sin embargo, en el ambiente se percibe un calor bochornoso, típico de esta temporada, en este estado rodeado de ríos y vastas áreas verdes.
Se observa un anuncio donde se lee claramente: Smyrna. Tomamos la salida hacia la derecha, llegamos al final y nos encontramos con Almaville Road, doblamos hacia la derecha y avanzamos por unos minutos más. Subimos por una curva y de pronto en el horizonte aparecen las gigantescas instalaciones de la planta de Nissan en Smyrna.
El vehículo ingresa a un estacionamiento y lo primero que salta a la vista es que en medio se encuentra un área techada debajo de la cual varios Nissan LEAF están recargando sus baterías.
Ahí, juntos, es donde más patentes son los cambios de la primera con respecto a la segunda generación del auto eléctrico más vendido del mundoy que se fabrica en esta misma factoría, la más grande de Nissan en Latinoamérica.

En la puerta nos recibe Jamie Walker, Trim & Chassis Production Manager, quien nos invita a pasar al lobby de las oficinas y nos lleva directamente a una gigantesca maqueta, reproducción a escala de esta planta de fabricación.
“Las instalaciones de Nissan Smyrna se asientan sobre una superficie de 6 millones de metros cuadrados”, comenta Jamie y con una voz que denota orgullo prosigue diciendo:
“La construcción inició en 1981 y finalizó en junio de 1983. Cuando la fábrica se inauguró había alrededor de diez mil habitantes en Smyrna y hoy, más de 8 mil empleados trabajan aquí”.
Bienvenido a la planta Nissan de Smyrna
Acto seguido ingresamos a la fábrica, concretamente a una zona de descanso donde dos sonrientes empleados nos saludan y nos pasan un video que narra en menos de dos minutos la historia de esta factoría.

Luego viene la plática de seguridad, la colocación de los consabidos gogles y de los auriculares. Acto seguido inicia el recorrido a bordo de un auto eléctrico que nos lleva a conocer el interior de estas instalaciones, de las cuales han salido más de 12 millones de autos desde su inauguración, hace más de 35 años.
Así como en la fábrica de Nissan en Aguascalientes, la planta de Smyrna cuenta con dos líneas de producción dinámica. En una se manufacturan los sedanes Maxima, Altima y Leaf, mientras que la otra se destina a los SUV: Pathfinder, el nuevo Murano, Rogue (Xtrail en México) y el Infiniti QX60.
Sin bajarnos del vehículo eléctrico, el tour nos lleva por las zonas donde enormes prensas auxiliadas por brazos robóticos dan forma a los lienzos que más tarde conformarán las carrocerías de los vehículos.

Rebasados por vehículos eléctricos que se mueven solos a través de bandas magnéticas y que se encargan de llevar piezas de un lado a otro, así como de sonrientes empleados que saludan a nuestro paso, nuestro guía nos dice que el trabajo en esta planta nunca se detiene “excepto algunos fines de semana, por cuestiones de mantenimiento”, agrega.
La fábrica de baterías del Nissan LEAF

Una vez que finalizó el tour, nos dirigimos en auto hacia la parte posterior del enorme terreno de 360 hectáreas, donde se está edificando otra nave. Picados por la curiosidad preguntamos a Jamie, quien nos responde: “se está edificando otra nave de estampado. Una vez que se termine la obra, llegará la prensa directo desde Japón”.
Ingresamos al nuevo vestíbulo donde somos recibidos por Marty White, Gerente de Producción de la Planta de Ensamblaje de Baterías, quien nos dirige hasta un amplio salón donde nos brinda una breve historia de las baterías y del proceso que se lleva a cabo en esas instalaciones que parecen más un enorme almacén que el sitio donde se hacen las baterías del auto eléctrico más vendido del mundo.

En medio de la charla, Marty nos pasa una bolsa plana, del tamaño de una hoja carta; está sellada al vacío.
Se trata de la conocida coffee-bag que contiene varias baterías individuales llamadas células. “Es una parte muy importante de las baterías”, comenta Marty, quien nos dice que el recorrido lo haremos a pie, dado que las instalaciones no son muy grandes.
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