Fiat 500L: la versatilidad en forma compacta
- Eri Nares
- 31 ago 2018
- 2 Min. de lectura

Cuando era pequeño, para que me tomara la medicina había que disfrazarla de juego. Ya sabes, el típico avión con la cuchara. Simplemente hay cosas que por sí mismas no tienen buen sabor.
¿A quién has escuchado emocionado porque su próximo auto es superamplio, antes que por otra cosa? En tiempos donde el corazón reina sobre la razón, el Fiat 500L persigue el éxito con una interesante —y poco conocida— combinación de estilo y utilidad.
Lo cierto es que ante el arrasante triunfo del SUV en México y el poco cariño que le tenemos a las carrocerías tipo monovolumen, como la del Fiat 500L, su pronóstico de ventas no es precisamente alto.
Y si sumamos una etiqueta en torno al medio millón de pesos, la situación se vuelve realmente complicada. ¿Vale la pena? Lo hemos puesto a prueba.

El estilo retro como concepto de diseño
Fiat es una marca con mucha trayectoria. Sus primeros pasos datan de 1899 y algunos de sus años de gloria los vivió a finales de la deácada de los 50, cuando logró popularizar el Cinquecento en muchos mercados europeos.
Hay quienes lo califican como el Vocho italiano. ¿Quién en aquel entonces hubiera imaginado que un 500 podría crecer al tamaño del 500L y que, además, la misma fórmula de diseño sería vigente?

Desde que el Fiat 500 revivió en 2007, la firma italiana no ha hecho más que explotar su estilo retro con la expansión de la gama hacia versiones descapotables, un crossover y el monovolumen.
De tal manera, el 500L recibe elementos de antañocomo calaveras pequeñas y faros redondos —ahora con su debida luz diurna de LED— y una serie de piezas que rompen con la monotonía de una tradicional silueta cuadrada, como detalles cromados, tomas de aire y techo y espejos pintados en un color distinto al de la carrocería —blanco o negro, según el color principal.
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